¿Recuerdan aquél vampiro sexy con el que varias mujeres soñaban (y también gays) y que formó parte de una saga? ¡Si, Edward Cullen! Fue un fenómeno muy grande el que ocasionó la saga crepúsculo y que convirtió a Robert Pattinson en un sex-symbol. Las jovencitas (y otras no tanto) querían que las mordiera y vivir con él por la eternidad. Aclaro, este post no es sobre Pattinson sino sobre algo que ocurrió hace poco y me hizo reflexionar sobre realmente de quien nos enamoramos.
Le recomendé a una amiga la serie de televisión True Blood y después de verla me dijo que estaba enamorada del personaje de Eric, interpretado por Alexander Skarsgard. Al 
principio me dio risa porque yo también muero por ese personaje pero también por el actor. Días después nos encontrábamos en una tienda de discos y vi a Alexander en la portada del dvd de Battleship y se lo enseñé a mi amiga quien me dijo: “No me había dado cuenta que era él, yo creo que más bien me enamoré del personaje”. Fue ahí que vino a mi mente el suceso Robert-Edward y cómo ocasionó que muchas lo desearan por haber aparecido en una película cuando no era la primera vez que aparecía en una, ya que anteriormente había aparecido en Harry Potter interpretando el papel del fallecido Cedric Diggory, pero había pasado un poco desapercibido. Entonces pensé: ¿De quién nos enamoramos? ¿De la persona como es realmente o del personaje que interpreta cuando está con nosotros?
Les hablaré un poco de algo que me sucedió hace aproximadamente poco más de un año. En la universidad me gustaba un chico que se veía muy amable, sincero y tranquilo. Un día le pregunté a mi amigo El Papi Serrano de la situación con el chico que me gustaba y él me aconsejó que le hablara por facebook para así poder entablar una conversación, y así fue.
Comenzamos a platicar y al principio parecía no tener interés, pero un día él me invitó al cine y no lo pensé dos veces. Esa tarde entramos a ver la película y después fuimos a un café para platicar, cada quien contaba anécdotas o cosas personales para ir rompiendo el hielo. Después de algunas semanas él decidió cuestionarme si él me gustaba y como soy sincero le contesté con la verdad. Mi sorpresa fue darme cuenta que él no sentía lo mismo por mi y tenía una serie de problemas emocionales que yo no había sido capaz de notar. Lo que más me dolió no fue que solamente me viera como amigo sino que me decepcionó haberme enamorado de una persona que no era como yo pensaba. Me había enamorado de un personaje que él había estado creando y al cual yo le había abierto mi corazón.
Muchas veces pasa así en la vida, tenemos impresiones de la gente y creemos que son de cierta manera. En el tema del amor esto suele ser lo más común, aquí el detalle es saber si nos estamos enamorando de la persona o del personaje. Después de haberme pasado esto hice pinky promise conmigo mismo de que no volvería a pasar y que primero conocería bien a la persona para detectar si estaba interpretando a algún personaje en la película de mi vida.
Agradezco a Robert Pattinsson y Alexander Skarsgard por haberme cuestionado esto. Y ustedes cuando estén en la etapa de enamoramiento plantéense la pregunta: ¿Lo amo a él o amo al personaje que interpreta?
– RED TUR
xoxoxoxo
Los Chiles Volteados 